Después de estar ocho meses en tasas negativas, en noviembre empezó a volver a estar en tasas positivas debido al precio del petróleo pero también influyeron ligeramente el precio de otros productos de la cesta de la compra, como el calzado y el vestido. Aún así, de los 57 productos que Estadística utiliza para calcular el IPC, casi la mitad, 28, han bajado sus precios en el último año, lo que sigue dando muestras de la debilidad del consumo.
Esto nos ha dado una esperanza de que pronto empezaremos a levantar cabeza, y en que mejor época que ahora.
Esperemos que todo continúe así.
Aunque no es justo que solo se le atribuya en mérito al petróleo, la economía española debe luchar un poco más por subir la inflación. Confiemos en nuestro gobierno, si es que se puede.
¡No perdamos la esperanza!
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